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domingo, 26 de agosto de 2012

TOXOCARIASIS


LARVA MIGRANS VISCERAL

Dra. Teresa Uribarren Berrueta
Departamento de Microbiología y Parasitología, Facultad de Medicina, UNAM
berrueta@unam.mx
Introducción. 
La toxocariosis es una zoonosis causada por larvas de los nematodos del género Toxocara. Las dos principales especies patógenas son: Toxocara canis, parásito de perros y zorros, y Toxocara cati, parásito de gatos. Otro agente involucrado, con mucha menor frecuencia, es Toxascaris leonina.

Es una parasitosis que afecta sobre todo a niños, que mantienen contacto estrecho con sus mascotas y/o juegan en cajas de arena y parques públicos, susceptibles de estar contaminados con heces fecales disueltas de perros y gatos. También son sujetos en riesgo las personas que ingieren carne cruda de diversos animales.

Se identifican dos síndromes "clásicos": larva migrans visceral (LMV) y larva migrans ocular (LMO). Adicionalmente, se reconocen los cuadros de "toxocariasis encubierta subclínica" y la toxocariasis común (de adultos).
FACTORES DE RIESGO
- Niños (mayores % de positividad en niños menores a 10 años de edad)
- Geofagia (pica)
- Juego en parques públicos, cajas de arena
- Nivel socioeconómico bajo
- Residencia en zonas rurales
- Convivencia estrecha con perros
- Defecación indiscriminada de las mascotas
- Ocupación
- Ingesta de hígado de pollo y otros animales paraténicos infectados. 
Morfología.Estos nematodos ascáridos son gusanos dioicos. En la región anterior presentan una boca provista con tres labios bien desarrollados y alulas (aletas) cervicales y la vulva de la hembra. En la región media se aprecia el intestino y en la posterior se identifican las gónadas y la cloaca y papilas caudales de los machos. En promedio, las hembras miden unos 10 - 12 cm de longitud y los machos 4 - 6 cm. Otras características diagnósticas del género son la ornamentación de la cutícula y las espículas desiguales.
Los huevos son esféricos, miden 75 a 90 µm, presentan una cubierta externa gruesa e irregular. Son de color marrón oscuro.
Toxocara canis. Huevo no embrionado
Toxocara canis adultos
Toxocara canis. Huevo no embrionado, eliminado en heces de cachorro de perro. Dr. Benjamín Nogueda T, Depto. de Parasitología, ENCB-IPN.
Toxocara canis adultos. De intestino delgado de perro.
Dr. Benjamín Nogueda T, Depto. de Parasitología, ENCB-IPN.
Ciclo biológico. Transmisión.
Toxocara ciclo biológico
Las infecciones por Toxocara canis se consideran más frecuentes que las debidas a T. cati.
Se estima que la hembra elimina unos 200.000 huevos/día. Los huevos de T. canis son muy resistentes y pueden sobrevivir en el ambiente, bajo condiciones apropiadas, durante años.
En temperaturas cálidas (15–35°C), con humedad relativa mayor al 85% y oxígeno, al cabo de 2-5 semanas se desarrolla la larva (L2) dentro del huevo, la forma infectante para hospederos definitivos (canidos, félidos)) y paraténicos (humano, ganado, roedores). 

- El humano se infecta a través de la ingesta de huevos embrionados
 y
- La ingesta de larvas en en carne cruda de hospederos paraténicos. Existen reportes de larva migrans visceral y ocular en sujetos adultos, principalmente en Japón y China, con antecedente de ingesta de hígado crudo de animales animales domésticos, tales como pollos, patos y ganado (principalmente bovino) con larvas viables. (Nobuaki Akao et al., 2007; Hoffmeisteret al., 2007; Yoshikawa et al., 2008).
- Otra posible fuente de infección es la ingesta de hortalizas contaminadas con huevos embrionados. (Lee et al., 2010).
- También tiene relevancia el hallazgo de concentraciones de huevos en diferentes estadios de desarrollo, viables, en el pelaje de perros, debido al contacto estrecho entre éstos y el humano, principalmente de los niños (Aydenizöz-özkayhanet al., 2008;Roddieet al., 2008; Amaral et al., 2010).
- Contribuyen a la dispersión de los huevos el viento, la lluvia, las moscas, cucarachas y lombrices, y pueden permanecer infectantes durante meses.

Huevo embrionado
. Hospital Dr Luis Calvo Mackenna. YouTube.
Toxocara canis huevo embrionado, forma infectante
Huevo embrionado de Toxocara canis. Principal forma infectante.
Dr. Benjamín Nogueda T, Depto. de Parasitología, ENCB-IPN.

- Los suelos contaminados en parques públicos y areneros descubiertos son un riesgo para los niños, debido a sus hábitos de juego, que involucran la manipulación de la tierra, el llevarse las manos a la boca, y con cierta frecuencia pica y geofagia. Además, existe el hábito aberrante de llevar a los perros a defecar y a los niños a jugar a los mismos sitios.
En las áreas rurales las viviendas suelen tener patios de tierra contaminadas por los perros de la comunidad, por lo que la fuente de infección se encuentra en el mismo domicilio de los niños.

Toxocariasis. Factor de riesgo convivencia estrecha con animales de compañía infectados
Factor de riesgo: convivencia estrecha con animales de compañía no desparasitados. Facultad de Medicina, UNAM.
Patogenia.
El daño es causado por la muerte larvaria y la respuesta inflamatoria, con formación de granulomas eosinofílicos y los signos y síntomas asociados a larva migrans visceral (LMV) o larva migrans ocular (LMO).
LMV es más frecuente en niños <5 años de edad.
LMO es más frecuente en el sexo masculino 2:1 y entre los 5 y 10 años.
El grado de daño depende de: tejido u órgano invadido - las larvas dejan huellas de la migración: hemorragia, necrosis, infiltrados inflamatorios-, el número de larvas, edad del hospedero y el grado de la respuesta inmune.
Cuadro clínico.
La toxocariosis se clasifica clínicamente en dos síndromes "clasicos": visceral y ocular. También existen reportes de dos cuadros clínicos "no clásicos": LMV oculta o encubierta y LMV común (en adultos). (Hotez et al., 2009; Rubinsky-Elefant et al., 2010).
Los órganos más susceptibles son: hígado, pulmones, ojos y SNC.
En general, la toxocariasis debe considerarse el diagnóstico diferencial ante un paciente con eosinofilia y convulsiones de etiología desconocida, hepatomegalia o esplenomegalia aisladas, broncoespasmos o erupciones cutáneas. (Saporito et al. 2008).

LMV:
- Niños de 4 años ± 3, con antecedente de geofagia y convivencia con cachorros.
- Anorexia, astenia e irritabilidad, fiebre (37.5-39ºC), linfadenopatías, artralgias.
A nivel de órganos y sistemas:
- Hígado: granulomas, hepatomegalia, hepatitis.
- Pulmones: neumonitis, tos, disnea, sibilancias, broncoespamo.
- SNC: convulsiones, trastornos de la conducta y aprendizaje, síntomas neurosiquiátricos, encefalopatías (encefalitis, meningitis, mielitis), estas últimas asociadas a altas cargas parasitarias. No granulomas.
- Piel: urticaria crónica, prurito crónico, prúrigo crónico, eczema misceláneo, paniculitis, vasculitis. (Gavignet et al., 2008).
- Riñones: nefritis.
- Corazón: miocarditis
- BH: eosinofilia periférica.
LMV oculta ó subclínica ó encubierta:
Niños

- Eosinofilia variable
- Trastornos de la conducta y del sueño
- Tos, sibilancias
- Cefalea
- Dolor abdominal, náusea, vómito, anorexia
- Hepatomegalia
- Lesiones cutáneas
- Fiebre, linfadenitis cervical
- ELISA +
- Raramente neumonía, trastornos neurológicos o cardíacos.

(Smith et al., 2009; Watthanakulpanich D. 2010; Wiśniewska et al., 2011).
LMO:
Niños de 10 años ± 4, generalmente varones. Cabe hacer notar que en estudios realizados en Asia, se ha identificado un número mayor de LMO en adultos. En algunos países, la ingesta de hígado y otro tipo de carne, cruda o mal cocida de animales paraténicos con larvas de Toxocara constituye también un mecanismo de transmisión. (Nobuaki Akao and Nobuo Ohta. 2007; Soon Il Kwon, et al. 2011).
- Antecedente de geofagia, contacto con suelos contaminados, convivencia con perros.
- La causa de consulta suele ser: ojo rojo por proceso inflamatorio (conjuntivitis), trastornos de la visión, leucocoria, estrabismo, lagrimeo (lesión unilateral en la mayor parte de los casos).
Los cuadros clínicos pueden ser:
— Endoftalmitis crónica, de mal pronóstico, suele confundirse con retinoblastoma, se asocia a leucocoria, desprendimiento de retina, y en ocasiones a uveítis granulomatosa e hipopión.

— Granuloma subretiniano o intrarretiniano (de polo posterior), de coloración blanquecina o amarillenta y grisácea, en la que se encuentra la larva; puede asociarse a vitreítis, con antecedente de cuadros de inflamación ocular previos. En ocasiones se asocia a bandas de tracción fibrosas y a masas inflamatorias periféricas.
— Granuloma inflamatorio periférico, una masa densa en la periferia retiniana, localizada o difusa. A veces puede apreciarse una banda fibrosa hacia el polo posterior o el nervio óptico.
— Papilitis.
— Atrofia óptica.
— Coriorretinitis difusa.
— Se ha llegado a identificar, en contadas ocasiones, el nematodo móvil
— En parte anterior del globo ocular, puede manifestarse como conjuntivitis, queratitis, escleritis y catarata. (De las Heras, et al, 2008; Soon Il Kwon, et al. 2011).
.
Diagnóstico.LMV:
- Cuadro clínico y antecedentes epidemiológicos.
- Los Ag de excreción-secreción (TES) de larvas L2 para ELISA, Western blot se consideran la mejor opción. Sin embargo, la sensibilidad y especificidad depende de la elección de antígenos.
- Pueden obtenerse reacciones cruzadas con algunos geohelmintos y filarias.
- Prueba de inmunoensayo (CDC) que evita reacción cruzado con uncinarias.
- Hipergammaglobulinemia.
- Eosinofilia periférica.
- Altos títulos de isohemaglutininas anti A y anti B.
- La biopsia difícilmente demostrará al agente causal.
Larva de Toxocara canis en necropsia. Tejido: Hígado
Larva de Toxocara en hígado, a cierta distancia de la lesión. Necropsia.
CDC y DPDx.
LMO: 
• Criterios clínicos basados en examen oftalmológico y resultados de pruebas de inmunodiagnóstico.
- La prueba de ELISA es la técnica de inmunodiagnóstico más utilizada. Las diluciones en la forma ocular deben ser superiores a 1/8, con una sensibilidad del 90% y especificidad del 91%. 
- Western blot.
- Diagnóstico diferencial: retinoblastoma y otras causas de coriorretinitis, como toxoplasmosis. Esta última patología se asocia con cierta frecuencia a LMO (Jones 2008).
- ELISA-IgG para detectar los niveles de IgG en humor acuoso y vítreo (líquidos intraoculares), que pueden ser más altos que en suero.
- Ecografía. Para mostrar los granulomas. 
- La angiografía fluoresceínica (AFG) puede ser de utilidad para identificar anomalías vasculares y rectificación del trayecto de los vasos retinianos.
Tratamiento.
LMV: Ante cuadros no complicados, se sugiere tratamiento sintomático, con antihistamínicos, corticoesteroides, y de ser necesario, broncodilatadores. El antihelmíntico utilizado es albendazol 10 mg/kg/día durante 5 días.
LMO: El tratamiento dependerá del estado inflamatorio del ojo y de las lesiones presentes.
Se utilizan midriáticos si el polo anterior se encuentra comprometido y corticoides (tópicos o sistémicos) si hay compromiso visual por la reacción inflamatoria.
Los procedimientos quirúrgicos, como la vitrectomía pars plana se indican cuando existe desprendimiento de retina, membrana fibrocelular intravítrea o epirretiniana, e incluso para la extracción de la larva. El láser puede aplicarse en casos atípicos de nematodo móvil subretiniano.
El empleo de albendazol se encuentra en controversia, puesto que puede producir una reacción de hipersensibilidad tipo III ante la liberación de antígenos tras la muerte de la larva, por lo que el tratamiento antiparasitario debe evaluarse en cada paciente teniendo en cuenta la severidad de la inflamación y el riesgo de pérdida de la función visual (Deuter CM, et al. 2008; De las Heras, et al, 2008; Frazier M, et al. 2009).

Epidemiología.
En EUA se calcula que unos 2.8 millones de personas, de grupos minoritarios y en estado de pobreza, sufren la enfermedad (Hotez et al., 2009). En Alemania se reporta un 2.5% y en el Caribe hasta un 83% (1997). Los datos no son recientes, pero las prevalencias son válidas en países en desarrollo: obedecen en parte a que la transmisión se ve favorecida por la humedad y climas cálidos.También contribuyen la falta de educación poblacional (las personas no recogen las excretas de sus mascotas ni las desparasitan) y la gran cantidad de perros sin dueño que deambula en las calles. Si se toma en cuenta la prevalencia de la parasitación canina y el número de perros, se puede inferir que la contaminación del medio ambiente es alta.
Como ejemplo, en el Distrito Federal: Se estima que deambulan tres millones de perros callejeros, y se esparcen toneladas de heces fecales de perros y gatos cada día en los principales espacios de la ciudad, situación que es considerada como un problema de salud en las delegaciones Azcapotzalco, Magdalena Contreras, Iztapalapa, Iztacalco, Tláhuac, Cuauhtémoc, Coyoacán y Benito Juárez.
En EUA se estima que existen 73 y 90 millones de perros y de gatos, respectivamente. (Hotez et al., 2009)
¿Cuántos millones se estiman en la república mexicana?
Frecuencia parásitos en heces de caninos México, D.F.
García Reyna Teresita. 2006. Detección de la infección por Giardia lamblia en perros capturados en el Centro de Control Canino de Iztapalapa, D.F. Tesis de Licenciatura de Medicina Veterinaria y Zootecnia, UNAM.
Prevención.- Disposición adecuada de las excretas de perros y gatos.
- Evitar la defecación de perros y gatos en lugares públicos.
- Prohibir la entrada de perros y gatos en áreas de esparcimiento y juego infantil.
- Promover el concepto de posesión responsable de mascotas.
- Educación a la población sobre el riesgo de la enfermedad.
- Desparasitación rutinaria de perros y gatos.
- Evitar la ingesta de carne cruda o mal cocida.
Podcast Larva migrans visceral y ocular. Grupo 2203. UNAMPedraza Cruz Y., Ocampo Valencia P., Resendiz Chavarría M., Avendaño Gutiérrez I. Grupo 2203
Larva migrans visceral y ocular
. Podcast. 2011.

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